La presión arterial en el embarazo

Presión arterial y embarazo- Adeje Salud

¿Sabías que tener la tensión arterial alta durante el embarazo puede provocar problemas en el feto? La hipertensión es un grave problema de salud en cualquier momento de nuestra vida pero, durante el embarazo, los riesgos se multiplican y ponen en peligro tanto a la madre como al feto. En Adeje Salud, te contamos cuáles son los principales riesgos y cómo puedes prevenirlos.

Tal y como la define la Fundación Española del Corazón, la presión arterial es la acción en la cual “el corazón ejerce presión sobre las arterias para que éstas conduzcan la sangre hacia los diferentes órganos del cuerpo humano”. Si los niveles de presión arterial se elevan de forma continuada y persistente, aparece lo que se conoce como hipertensión o tensión arterial alta.

La Organización Mundial de la Salud establece que la tensión arterial normal para un adulto es de 120 mm Hg cuando el corazón late (tensión sistólica) y de 80 mm Hg cuando se relaja (tensión diastólica). Se considera que es alta cuando se sobrepasa los 140 mm Hg de tensión sistólica o los 90 mm Hg de tensión diastólica.

Riesgos de la hipertensión en el embarazo

Hay mujeres que son hipertensas desde antes de quedarse embarazadas pero otras pueden desarrollar lo que se denomina hipertensión gestacional, que aparece después de la semana 20 de embarazo y está relacionada con las alteraciones que se producen en el sistema circulatorio.

Según datos de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), hasta un 17% de las embarazadas padecen hipertensión gestacional. Algunos de los factores que aumentan el riesgo de tener la tensión alta en el embarazo son: tener más de 40 años y que sea el primer hijo, haber tenido hipertensión gestacional previamente, subir excesivamente de peso, padecer obesidad o diabetes y, por último, tener un embarazo múltiple.

¡A tener en cuenta! Lo normal es que la presión arterial sea más baja en el segundo trimestre. Las cifras de antes del embarazo se suelen recuperar en el tercer trimestre.

Los principales riesgos a los que se enfrentan quienes tienen la tensión alta durante la gestación son:

  • Preeclampsia: es un trastorno grave de la presión arterial que aparece a partir de la semana 20. Entre sus efectos, puede provocar la reducción del flujo sanguíneo que llega al feto e impedir que la sangre llegue a ciertas partes de la placenta. En algunos casos, puede provocar trastornos muy graves como eclampsia o el síndrome HELLP.
    Entre los síntomas de la preeclampsia encontramos: dolores de cabeza, hinchazón de cara y/o manos, naúseas y vómitos, edemas, aumento de peso repentino, etc.
  • Bebé prematuro: es aquel que nace antes de cumplirse 37 semanas de gestación y puede ser la única “solución” para algunas mujeres que padecen preemclapsia.
    Estos niños no tienen el organismo completamente desarrollado por lo que se enfrentan a diversas complicaciones en las que se incluyen problemas respiratorios, infecciones o trastornos cardiovasculares.
  • Peso bajo al nacer: los vasos sanguíneos del útero se cierran y, al ser los responsables de llevar oxígeno y alimentos, el crecimiento del bebé se ralentiza.
  • Desprendimiento de la placenta de la pared uterina: la placenta proporciona nutrientes y oxígeno al bebé por medio del cordón umbilical. Si se desprende, se puede interrumpir el proceso y poner en riesgo la salud del niño.

La mayoría de las mujeres con la tensión arterial alta son tratadas a tiempo y dan a luz a bebes sanos. Se conoce como “enfermedad silenciosa” porque generalmente no presenta síntomas específicos, por eso es importante realizar los controles médicos necesarios para poder detectarla.

¿Cómo prevenir la presión arterial alta en el embarazo?

Si queremos evitar futuros problemas relacionados con la hipertensión, es fundamental llevar una vida saludable y una buena dieta. Estos son algunos de los consejos que te ayudarán a mantener a raya los niveles:

  • No fumes: el tabaco aumenta la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
  • Limita el consumo de alcohol: puede ser perjudicial para la tensión arterial, sobre todo durante el embarazo.
  • Haz ejercicio: la práctica de ejercicio físico contribuye a aumentar la masa muscular y la capacidad de esfuerzo, a controlar el peso y a disminuir el riesgo cardiovascular. Además, la Fundación Española del Corazón nos ofrece una guía de ejercicios recomendados para embarazadas.
  • Cuida tu alimentación: incrementa el consumo de frutas y vegetales y evita el café, las bebidas carbonatadas, las grasas saturadas, la sal, los dulces y los fritos.
  • Vigila la báscula: el sobrepeso puede provocar un aumento de la presión arterial.

Si piensas que puedes padecer hipertensión, no esperes más y visita a tu médico. La presión arterial alta requiere de un tratamiento farmacológico que debes empezar a tomar cuanto antes. Recuerda que en nuestra farmacia de Adeje podrás tomarte la tensión, así como controlar tu peso y altura.

1 thoughts on “La presión arterial en el embarazo

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