Seguramente te estarás preguntando si la remolacha tiene tanto interés como para escribir un artículo específico sobre ella. Y si, si lo tiene y queremos compartirlo contigo para que te sorprendas.
Ya sabes que en Adeje Salud somos de la opinión que la salud comienza por la boca y en esta ocasión no lo haremos con una receta, sino con un ingrediente primario y básico que seguramente usarás mucho más desde que leas este artículo.
La conocemos como remolacha, acelga blanca, beterrada, betarraga, betabel, beteraba o betarava y es una planta que desciende de la remolacha marina de la zona mediterránea. Ya los romanos y griegos conocían sus cualidades medicinales. Se utilizaba sobre todo para depurar y limpiar la sangre, dado su alto contenido en hierro que fomenta la producción de anti-cuerpos que a su vez combaten muchas enfermedades. Estamos hablando de las células blancas, incluyendo los fagocitos. Otra de sus ventajas en relación con la sangre, es que estimula las células rojas y facilita mucho su oxigenación.
El manganeso es indispensable para la formación de una potente sustancia anticancerígena llamada interferon, que también lo permite y lo facilita la ingestión de remolacha. A estas propiedades inmunológicas hay que añadirles propiedades antioxidantes muy positivas para el hígado y los riñones, y otras para un mejor funcionamiento de corazón y sistema digestivo, por contar con un alto contenido en fibra.
Algunos datos de interés
- Una de las mínimas contraindicaciones que tiene la ingesta de remolacha, es el contenido de ácido oxálico de sus hojas, que debería evitarse en casos de artritis o cálculos renales.
- Los griegos se la ofrecían a sus dioses y la valoraban muchísimo.
- La betanina es el pigmento que le da su color rojo y podría teñir la orina de rosa. En este caso es un efecto absolutamente inofensivo.
- Las sustancias nutritivas de la remolacha son: folato, potasio, hierro, manganeso, proteínas, fibra y betanina.
- Todavía hoy en día es considerada como un tratamiento naturópata eficaz contra las enfermedades de la sangre.
- En el siglo XVIII se empezó a usar como ingrediente culinario por chefs de cocina franceses.
Es igual de eficaz cruda, deshidratada o cocida. Con la planta fresca se pueden hacer ensaladas, zumos y sopas. Y las hojas contienen vitamina A, vitamina C, calcio y hierro. Las hojas se hierven durante unos minutos y se pueden servir calientes con unas gotas de aceite de oliva.
